No. Tuyo
CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS: NO. TUYO
Alice
«Siento que me he liberado de un peso al hacerle saber a mi suegro la existencia de mis hijos», pienso mientras cruzo el umbral de la puerta principal de mi casa.
El murmullo del salón y las risas de Aiden y Matt me llenan el corazón de felicidad.
«Al escucharlos, recuerdo lo que debo hacer: entregar el sobre que aún poseo en mi cartera. Solo debo esperar que mi amado esposo aparezca y, por supuesto, que esté de buen humor». Matthew es capaz de desconectarse de cualquier preocupación en el trabajo, aunque eso no implica que me oculte ciertas cosas.
—¡Niños! —exclamo, llamando su atención.
Al verme, los dos salen corriendo, y me agacho para recibirlos con un fuerte abrazo. Comparto un rato con ellos; me tomo el tiempo de mamá, como lo vengo haciendo desde hace un tiempo.
A Matthew le agrada estar junto a ellos. Solo una vez le tocó salir de casa por una noche, y no dejaba de llamar o escribir para saber de nosotros. Mis hijos lo extraña