La vida de Verónica, madre soltera, se ha vuelto un torbellino tras su doloroso divorcio de un esposo abusivo. Pero cuando un extraño y guapo hombre, Christopher, se muda al apartamento de al lado, su mundo se complica aún más. Christopher es un viudo amargado, tratando de huir de su dolorosa pérdida y su papel de CEO en la empresa familiar. A medida que los dos luchan por sanar sus heridas, un romance inesperado comienza a florecer entre ellos. Sin embargo, cuando el ex esposo de Verónica regresa, la pareja se encuentra enfrentándose a un nuevo conjunto de desafíos. Christopher debe aprender a confrontar sus propios demonios internos para proteger a Verónica y a su hijo de su ex esposo y su propio pasado doloroso. ¿Serán capaces de superar sus miedos y arriesgarse en el amor una vez más? ¿O seguirán huyendo de sus propios corazones rotos?
Leer másPrólogo: "Un Encuentro en el Pasillo"
Verónica estaba corriendo tarde para su trabajo en el centro de la ciudad cuando se encontró con un hombre desconocido en el pasillo del edificio. Su hijo, Gabriel, había perdido su mochila en el último minuto y ella estaba intentando recuperarla en su apartamento cuando se topó con él. El hombre era alto y musculoso, y parecía estar en su propia misión, revisando una caja llena de libros.
"Lo siento, no quería molestarlo", dijo Verónica, esperando que el extraño la dejara pasar. Sin embargo, el hombre la miró y sonrió.
"No hay problema, señora. Parece que también estás corriendo. ¿Algún problema?"
Verónica se sintió agradecida por la amabilidad del hombre y decidió responder. "Mi hijo se olvidó de su mochila en el apartamento. Tengo que volver a buscarla antes de ir a trabajar".
"Ah, sí, entiendo cómo son esas cosas", dijo el hombre, volviendo a revisar la caja de libros. "También estoy un poco apurado hoy".
Verónica se sorprendió al darse cuenta de que estaba mirando al hombre con más atención de lo que normalmente haría con un extraño. Se preguntó por qué él estaría llevando una caja de libros por el pasillo, y si eso significaba que era un escritor o un estudiante. No estaba segura de por qué se preocupaba por eso, pero algo en su apariencia la hacía querer saber más.
"¿Eres nuevo en el edificio?", preguntó Verónica, tratando de hacer una pequeña charla.
"Sí, acabo de mudarme aquí", respondió el hombre, levantando la caja con una mano. "Me llamo Christopher."
"Verónica", dijo ella, sonriendo tímidamente. "Es agradable conocer a alguien nuevo en el edificio".
Después de eso, ambos siguieron caminos separados, pero Verónica no podía sacar de su mente la imagen de Christopher. Su apariencia era atractiva, con su cabello oscuro y su piel bronceada, pero era más que eso. Había algo en su comportamiento que la hizo sentir cómoda, algo que parecía tranquilo y sin pretensiones. Verónica se sintió intrigada y, por primera vez en mucho tiempo, se encontró pensando en un hombre.
Esa noche, Verónica no podía dejar de pensar en Christopher. Lo había visto por solo unos minutos, pero su apariencia había dejado una impresión indeleble en su mente. Se preguntó si lo volvería a ver y si podrían tener otra conversación.
Al día siguiente, cuando salió de su apartamento para llevar a Gabriel a la escuela, se encontró con Christopher otra vez. Él estaba saliendo de su apartamento al mismo tiempo y parecía igualmente sorprendido de verla.
"¡Buenos días!", saludó él con una sonrisa.
"¡Buenos días!", respondió Verónica, sonriendo tímidamente. "¿Estás en camino a alguna parte?"
"Sí, voy a correr por el parque", dijo Christopher, señalando sus zapatillas deportivas. "Necesito quemar algunas calorías".
Verónica lo miró de arriba abajo, y no pudo evitar sentirse atraída por él. Había algo en su mirada profunda y en su voz grave que la hacía sentir segura, como si pudiera confiar en él. Pero, por otro lado, se recordó a sí misma que no estaba buscando una relación. Ya había tenido suficiente con su ex esposo abusivo y el dolor que le había causado.
Christopher también se sintió atraído por Verónica. Había algo en su sonrisa y en su mirada que lo hacía sentir vivo de nuevo. Después de la muerte de su esposa, había pasado años enterrando sus sentimientos y su dolor en el trabajo, tratando de distraerse de su propia tristeza. Pero Verónica lo hizo sentir diferente. Quería conocerla más.
Verónica sostuvo la mano de su hijo Gabriel mientras caminaban por el pasillo hacia la puerta de entrada del edificio. Era una mañana fría de lunes y ambos estaban un poco nerviosos por el primer día de Gabriel en el jardín infantil. Mientras se acercaban a la puerta, vieron a su nuevo vecino, Christopher, que estaba saliendo de su apartamento al lado del de ellos.
"Gabriel, mira, ese es nuestro nuevo vecino", dijo Verónica, sonriendo y señalando hacia Christopher. "Es muy amable. ¿Por qué no vas y le dices hola?".
Gabriel, un poco tímido, se aferró a la mano de su madre mientras ella se acercaba a Christopher. "Hola, Christopher", dijo Verónica con una sonrisa. "Este es mi hijo, Gabriel. Hoy es su primer día en el jardín infantil".
Christopher los miró con una sonrisa amistosa y extendió la mano hacia Gabriel. "Hola, Gabriel", dijo. "Es genial conocer a mi nuevo vecino. Espero que tengas un gran día en el jardín infantil".
Gabriel sonrió tímidamente y extendió su mano hacia Christopher. "Hola", dijo en voz baja.
Verónica suspiró con alivio mientras veía a su hijo hacer una conexión con su nuevo vecino. Sabía que la transición a su nueva vida iba a ser difícil, pero estaba agradecida por el pequeño rayo de sol que Christopher había traído a sus vidas. Tal vez, solo tal vez, había una oportunidad para ella y su hijo de encontrar la felicidad que tanto merecían.
A medida que caminaban por el pasillo juntos, hablando sobre sus vidas y sus trabajos, se dieron cuenta de que tenían más en común de lo que habían pensado.
A pesar de que habían estado hablando durante solo unos minutos, la conexión entre ellos se sentía real y profunda. Pero Verónica todavía se sentía un poco insegura. ¿Debería confiar en este extraño y permitirse ser vulnerable? ¿Debería permitirse sentir algo por alguien de nuevo? Sabía que tenía que ser cuidadosa.
Christopher, por otro lado, estaba seguro de lo que quería. Quería conocer más a Verónica, saber más sobre ella y su vida. Y estaba decidido a hacer todo lo posible para demostrarle que era alguien en quien podía confiar. Ya estaba imaginando cómo podría invitarla a tomar un café o una cena, pero sabía que debía ser paciente y no asustarla.
A medida que se acercaban a la entrada, se despidieron con una sonrisa. "Fue agradable hablar contigo, Christopher", dijo Verónica. "Sí, fue genial verte, Verónica", respondió él. "¡Hasta la próxima!".
Verónica no pudo detener su mente, pensando en la conversación que acababa de tener con Christopher. ¿Por qué se sentía tan diferente de cualquier otra conversación que había tenido con alguien antes? Tal vez era porque él la había escuchado de verdad. Tal vez era porque podía ser ella misma, sin miedo a ser criticada o juzgada.
Se sacudió la cabeza, tratando de sacudirse los pensamientos de su mente. No estaba buscando una relación, especialmente no con alguien que acababa de conocer. Pero no podía evitar sentirse atraída por Christopher. Tal vez solo podrían ser amigos, pensó. Después de todo, no tenía nada de malo en tener un amigo agradable.
Mientras tanto, Christopher se sentía emocionado y nervioso. No podía dejar de recordar el rostro de Verónica, su sonrisa al verle y sus ojos brillando.
Capítulo 22Verónica estaba terminando de hacer la cena cuando sonó su teléfono. Al contestar, se sorprendió al escuchar la voz de su ex esposo del otro lado de la línea."Verónica, necesito hablar contigo de algo importante", dijo él en tono serio."¿Qué pasa?", preguntó Verónica preocupada."No puedo hablar por teléfono, necesito verte en persona", respondió el ex esposo de Verónica.Verónica sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras, algo no iba bien. Acordaron encontrarse en un parque cercano en media hora. Verónica le dijo a Christopher que iba a salir a hablar con su ex esposo, y él se ofreció a acompañarla.Cuando llegaron al parque, el ex esposo de Verónica apareció con Gabriel a su lado. "Lo siento Verónica, pero tengo que llevármelo conmigo", dijo con una mirada fría.Verónica se aferró al otro brazo de Gabriel, intentando liberarlo del agarre de su ex esposo. "¡Suéltalo, déjalo ir!" gritó Verónica, forcejeando con él. Gabriel estaba llorando, asustado por la s
Capítulo 21Verónica se encontraba en casa, recostada en el sofá, tratando de relajarse después de un día agotador. De repente, su teléfono móvil comenzó a sonar. Al mirar la pantalla, se dio cuenta de que era un número desconocido."¿Hola?" contestó Verónica con cautela."Verónica, te tengo un mensaje de parte de la empresa Fénix", dijo una voz masculina al otro lado de la línea.Verónica se tensó al escuchar el nombre de la empresa. Sabía que estaba relacionada con la mafia y con el secuestro de Christopher."¿Qué mensaje?" preguntó con voz temblorosa."Deja de ver a Christopher o sufrirás las consecuencias", amenazó la voz.Verónica sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. No podía creer que estuvieran amenazando su vida por estar con Christopher."¿Quién eres tú?" preguntó Verónica, tratando de obtener más información."No importa quién soy, solo sigue el consejo si quieres vivir", dijo la voz antes de colgar.Verónica se quedó en silencio, temblando de miedo. Sabía que tenía que
Capítulo 20Verónica y Christopher salieron del hospital tomados de la mano. La emoción y el alivio de saber que Christopher se estaba recuperando eran palpables en el aire. Pero había algo que aún no habían abordado, algo importante que debían discutir.Al llegar a casa, Gabriel estaba jugando con sus juguetes en la sala de estar. Verónica se acercó y lo tomó en brazos.Hijo, necesitamos hablar contigo sobre algo importante. El niño corrió hacia ellos con una sonrisa en su rostro."Mami, ¿estás bien? ¿El señor Christopher está bien también?", preguntó Gabriel mientras se sentaba en el regazo de su madre."Estamos bien, cariño", respondió Verónica. "Pero hay algo que tenemos que decirte. El señor Christopher y yo nos queremos mucho, nos gustamos mucho, y queremos estar juntos".Gabriel frunció el ceño, tratando de entender lo que su madre le estaba diciendo. "¿Te refieres a que el señor Christopher va a ser mi nuevo papá?", preguntó con curiosidad."No, no necesariamente, pero sí vamo
Capítulo 19Christopher se sentía abrumado y agotado después de la visita de su padre a la casa de Verónica. Sabía que su padre no aprobaba su relación con ella y que estaba dispuesto a hacer todo lo posible para separarlos.Esa noche, Christopher no podía dormir. Se levantó temprano y se dirigió a su oficina en la empresa familiar. Sabía que tenía una importante reunión con el consejo de administración, pero su mente estaba en otra parte.Finalmente, cuando llegó a la reunión, tomó la difícil decisión de renunciar a su cargo como CEO de la empresa de su padre. Sabía que su padre nunca aprobaría su relación con Verónica y que siempre trataría de interferir en su vida.Con la cabeza en alto, Christopher anunció su renuncia ante el consejo de administración y explicó que estaba dispuesto a iniciar su propia empresa, lejos de la sombra de su padre.La sorpresa y el asombro se apoderaron de la sala, pero Christopher sabía que era lo correcto. Ya no podía seguir trabajando para su padre sa
Capítulo 18El jefe de Christopher, quien también era su padre, se enteró de la relación de su hijo con Verónica y no estaba nada contento al respecto. Había oído hablar de ella y la conocía como la madre soltera que había sido abandonada por su esposo y que ahora estaba viviendo en una casa abandonada en la periferia de la ciudad.Se había asegurado de que Christopher fuera educado y trabajara duro para mantener el prestigio de su familia y asegurar el futuro de su empresa, y ahora esta chica estaba robando su atención y distrayéndolo de sus responsabilidades.Un día, mientras Christopher estaba en su oficina, su padre entró sin llamar y lo confrontó.“¿Es cierto que estás viendo a Verónica?” preguntó su padre con voz autoritaria.“Sí, padre. Es cierto” respondió Christopher con calma.“No puedo creer que estés involucrado con esa mujer” dijo su padre, enfurecido “Ella no es nada más que una madre soltera que vive en una casa abandonada”.“Lo sé, padre” dijo Christopher tratando de
Capítulo 17Verónica se encontraba sentada en la cocina, mirando fijamente la pantalla de su celular mientras pensaba en lo que tenía que hacer a continuación. Sabía que su siguiente paso era cambiar a su hijo de preescolar para evitar cualquier posibilidad de que Pablo los encontrara. No quería arriesgar su seguridad ni la de su hijo.Después de investigar diferentes opciones, encontró una escuela cerca de su nuevo hogar que parecía ser segura y confiable. Hizo una llamada y programó una visita para el día siguiente.Al día siguiente, Verónica y su hijo llegaron a la nueva escuela. El lugar parecía tranquilo y acogedor, y los niños parecían estar felices y contentos. Verónica habló con la directora de la escuela y se sintió aliviada al ver que era una persona amable y comprensiva. Después de la conversación, decidió inscribir a su hijo en esa escuela.Aunque sabía que no podía huir para siempre, Verónica se sintió tranquila al saber que había tomado una medida para proteger a su hijo
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