16-Punto débil.

El silencio en el auto es tan espeso que parece sofocar. Nas mantiene las manos sobre el saco que él le colocó, aferrándose a la tela como si fuera un escudo invisible. Dominik conduce sin mirarla, con la mandíbula tensa y los nudillos pálidos sobre el volante.

Ella sabe que debería agradecerle… pero las palabras se atascan en su garganta. Él no es un hombre que busque agradecimientos, ni mucho menos disculpas. Sin embargo, la culpa le pesa como una cadena al cuello.

—Yo… —su voz suena frágil, casi ahogada— No sabía qué más hacer.

—Rompiste una de las reglas—responde él, sin apartar la vista del camino—. Te advertí que no intentaras huir, pero lo hiciste igual.

La frase la golpea como un látigo, aunque no hay ira en su tono… hay algo peor: decepción.

Al llegar al edificio, Teo les abre la puerta. Dominik no se detiene a esperar a que ella baje por su cuenta, simplemente extiende la mano, firme, casi exigiendo que la tome. Nas lo hace, sintiendo la calidez de sus dedos contra
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP