30-Lo que provocas en mí...
La sesión terminó entrada la tarde. La modelo se levantó despacio, estirando el cuerpo con un movimiento deliberadamente sensual, antes de despedirse con una sonrisa cargada de insinuaciones.
—Hasta mañana, Dominik.
Él solo asintió, encendiendo un cigarro y dándole la espalda mientras ella subía las escaleras hacia la habitación que ahora ocupaba.
Nas apretó los puños hasta clavarse las uñas en la piel. Apenas la puerta se cerró, caminó hacia él con pasos rápidos, la voz quebrándose entre enojo y algo más profundo.
—¿Vas a dejar que esa mujer te hable así delante de mí?
Dominik giró lentamente, exhalando humo, con una calma que solo encendía más su rabia.
—Es una modelo. No significa nada.
—No significa nada —repitió ella, incrédula—. La dejaste quedarse en mi habitación, le permites provocarte y tú… tú ni siquiera reaccionas.
Él arqueó una ceja, dando un paso hacia ella.
—¿Y qué querías que hiciera? ¿Que la sacara a tiros?
—Quería que al menos me respetaras lo suf