Mientras los caballeros de alta sociedad y élite, insistían en obtener el número de la modelo extranjera. El Jeque se aseguraba de que nadie lo pudiera conseguir.

Monserrat seguía las indicaciones de su representante y ayudante de él, ellos y otras dos chicas le ayudaban a cambiarse de atuendo a la mayor rapidez posible, ya que tenían que cambiar también el peinado y maquillaje para hechizar las finas piezas.

— Esto es una locura, hay bastantes modelos de talla internacional, ¿Las viste Antoni? Son hermosas.

— ¡Por supuesto que las ví, querida, Pero te aseguro que ninguna es tan hermosa como tú, mira nada más estos ojos que dios te dió, este porte de princesa, y un cuerpo divino, tu eres mi mayor carta!

El guapo hombre hablaba mientras le ayudaba a quitarse la parte inferior del vistoso y elegante vestido a Monse, dejándola solamente en una braga pequeña color nude.

— Está cena debe ser muy importante para que ellas estén aquí, estoy muy emocionada de poder compartir pa