El poder del Jeque.
Esa noche los esposos fueron a la cama con un poco más de esperanza, el Jeque esperando un importante paquete, y Monserrat con un contrato millonario en las manos.
Justo Monse estaba desayunando cuando fue interrumpida por unos toquidos. Se levantó a abrir la puerta, entonces ahí estaba su agente.
— ¡Ya estoy aquí querida, apenas puedo creer que estés aquí en Rusia, la cena de gala será está misma noche, te contrató la marca más importante del evento de caridad, y solo los más adinerados estarán ahí! Por cierto darling, ¿En dónde quedó tu esposo? Ese Jeque es de lo más posesivo.
— Oh, Antoni, mi esposo y yo no estamos en el mejor momento, y probablemente nos divorciamos, es por eso que quiero volver al trabajo, no puedo quedarme sin hacer nada.
— Lo siento mucho cariño, sé lo enamorada que te casaste con él, y por la tristeza que veo en tu mirada, me atrevo a decir que ese atractivo Jeque te fue infiel.
La ojiazul solamente pudo asentir, ya no pudo contestar porque se le h