El rey de los vampiros podría sentir el fervor del rezo de Elizabeth, pero seguía bloqueada, no había manera de que pudiera ser escuchada, el médico llegó por fin, por supuesto que era un vampiro, entró de inmediato para revisarla, y después salió para dar su diagnóstico.

— Rey Drak, el aborto es inminente, está perdiendo al cachorro, su cuerpo no soportó el estrés, solamente que ocurra un milagro, de esos que vemos cada mil años, de lo contrario no hay manera de que que se salve.

El ser oscuro escuchaba atentamente, había prometido salvar al cachorro, si no lo hacía su reina no se casaría con él, así que no tuvo más remedio que tomar medidas drásticas.

— Bien, voy a entrar a la habitación, Darío, procura que nadie me moleste.

— ¿Qué harás Vladish?

El rubio preguntó pero no hubo respuesta.

El imponente y estilizado hombre entró y se acercó rápidamente a la mujer ojiazul.

— Vladish, ¿Qué dijo el doctor? ¿Cómo está el bebé? No me ocultes nada, quiero saber que está pasa