La delta no iba a aceptar tan fácilmente la decisión del rey. Ella tenía que hacer algo para que reconsiderara las cosas.

— No lo acepto, yo sería tu luna si la bruja Anastasia no hubiera interrumpido la boda...

— Emiliano, ordena que saquen a la familia de deltas de la ciudad, que regresen a su provincia, si dan problemas, el que sea, por más pequeños que seas, entonces ordena su muerte. Y Siomara, procura no dejarme ver tu cara, porque no creas que voy a pasar por algo el ataque que le hiciste a mi luna, y espero que te haya quedado claro que yo no perdono.

El Alfa se dirigió a la habitación de la ojiazul, se sentía pesado, el pecho le dolía como nunca antes, con manos temblorosas abrió la puerta, lo primero que sintió fue como el aroma de su luna entraba por su nariz llegando a sus pulmones, aspiró profundamente para llenarse de ella.

El rey tomó su almohada y la abrazó a su pecho, el sanguinario y despiadado Alfa mafioso estaba totalmente destrozado, la necesitaba a ell