Voy a comprometerme.
Por el momento no te llevaré al castillo, te quedarás con tu familia en una villa que tengo preparada para ustedes, mi beta los llevará allá y los instalará, ahora tengo cosas de que ocuparme, pero espérame por la tarde, hay unas cosas que quiero discutir contigo sobre nuestro matrimonio.
A la loba le sorprendió muchísimo que el Alfa no los quisiera instalar en el palacio, pero él era el rey, no podían discutirle las órdenes que daba.
— Está bien te esperaré en la villa por la tarde, y Damiano, en verdad me hace mucha ilusión nuestra boda, espero de verdad que seamos muy felices.
La delta no recibió ninguna respuesta, el inexpresivo rostro del rey no cambió en lo absoluto, el simplemente se dirigió a su beta.
— Antonino, encárgate personalmente de que la familia de Deltas se instale y tengan todo lo que necesiten a disposición. Emiliano, Massimo, vamos, hay cosas que hacer en el castillo.
Los hermanos Gambino se preguntaban que era eso tan importante que había por hacer