Verdades incómodas.
El ser sobrenatural había hecho la pregunta, quería saber que opinaba ella de su identidad.
Elizabeth lo miró con sus hermosos ojos azules, ella hizo una pequeña pausa, estaba ya limpiado las heridas del ser de otro mundo.
— Escuché que te llamaron rey de los vampiros, ¿Eso es lo que eres? — La doctora lo pregunto con algo de recelo.
— Si, eso es lo que soy, soy un vampiro, como te imaginas sobrevivo de sangre, y no soy el más amable de los reyes.
— Pero... No vas a hacerme daño, ¿Cierto? No te vayas a beber mi sangre, estoy embarazada, no te la puedo dar. Todavía tengo que cuidar de mi bebé y darlo a luz.
— ¿Lo quieres mucho? A ese bebé, ¿Si sabes que nunca vas a poder ser la pareja del Alfa Gambino, cierto?
— Eso ya lo sé, pero yo quiero a mi hijo porque es mi hijo, eso es independiente a quien sea su padre, después de todo el que lo crearamos fue un accidente, si el rey hubiera estado en sus cinco sentidos, jamás habría engendrado a un bebé con una humana, ahora lo s