No me voy a quedar a ver como te casas.
Los dos reyes comenzaron a discutir en la habitación, lo que incomodó mucho a la doctora, ambos tenían un aura muy poderosa y peligrosa.
— ¡Basta, no vamos a renegar del bebé, sea hijo del señor Gambino, o de quién sea, lo importante aquí es que es mi hijo, y lo amo, pero una cosa que te quede muy clara Alfa, a mi bebé no me lo vas a quitar, mucho menos para que tú futura esposa lo crie, esa loba es una serpiente que si tiene la oportunidad le va a hacer daño a mi pequeño!
— Eso no va a suceder, te pido disculpas por lo que sucedió hoy, tendré más cuidado con esa familia de deltas.
— Lo siento pero no creo que puedas hacer mucho, viviendo bajo el mismo techo que esa mujer loba va a intentar atacarme en cualquier oportunidad, ya no me siento a salvo aquí, y entiendo que ella será tu luna, y que es su derecho vivir en este castillo, así que la que se tiene que ir soy yo, ya no quiero seguir viviendo en el palacio, quiero regresar a mi mundo, y no cuando nazca el bebé, quiero