Un poder celestial.
La bella doctora se quedó pensando por unos momentos en la extraña pregunta que le hacía el pálido vampiro mientras golpeaba una fina pluma en el escritorio.
— Pues... Ahora que lo mencionas cuando estaba estudiando la universidad, soñaba con una ciudad celestial, estaba llena de plata y oro, seres angelicales, nubes, y tenían reglas muy estrictas. Siempre me pregunté por qué tenía ese sueño recurrente.
— Qué interesante, cuéntame más, ¿Te ha pasado algo extraño a lo que no le encuentres explicación?
— Bueno... No sé si la facilidad que siempre tuve de aprender medicina cuenta, mis habilidades eran siempre muy por encima del promedio, podía lograr operaciones que otros colegas no podían, era como si mi cerebro, si mi mente fuera superior, comprendía procesos complicados en tiempo récord.
— Déjame adivinar, ¿En las operaciones más complicadas y de mayor riesgo, muchas veces intuiste que estabas haciendo un milagro, cierto?
— Si... En esas situaciones sentía que algo divin