Prostituyendo al Pakhan.
Era más que evidente que los reyes no se soportaban, pero no había nada más que hacer. Estaban emparejados con dos hermanas, y ahora tenían que verse la cara muy seguido.
Un centinela llegó a avisar que la hada nieve había llegado, resultaba que el pequeño Vladimir se había puesto difícil, quería ver a su padre, y la reina lo había enviado a buscarlo.
— Alfa, el hada nieve viene hacia aquí, ella trae al pequeño vampiro. — Informaba el guerrero.
— Está bien, déjalos pasar.
Pronto el niño estuvo en la sala de estar.
— Papá, vine a buscarte para ver que estabas haciendo. Mamá dijo que tenía mucho sueño, ella se quedó dormida y yo todavía no tengo sueño.
— Vladimir, papá está trabajando, estoy cerrando un negocio.
— ¿Te ayudo? Ya sé contar, mamá me enseñó, ¿A quien hay que cobrarle el dinero? Si no te quieren pagar los vamos a torturar, no nos van a hacer tontos.
— Pequeño Vladimir, ¿Quién te enseñó a hablar así? Si tú madre te escucha, se va a poner a llorar. — Darío