Nicolai se niega a divorciarse.
Después de cenar, y de que Ely mientras comía pequeños bocados de carne,
sollozaban bajo. El Alfa se retiró al despacho antes que todos,
— Doctora, ya no estés triste, ya se levantó Damiano de la mesa, ya puedes comer lo que se te antoje, solo no le digas que fuimos tus cómplices. Mira, ahí viene el chef con muchas delicias.
— A mi no me metan Massimo, yo voy a hacer como que no ví nada, no me voy a poner en contra de Damiano, la humana le está colmando la paciencia, lo de los postres no es nada en comparación de lo que puede hacerle, y lo sabes.
— Si, lo sé, ya deja de provocarlo doctora, cuando mi hermano se enfada no es nada fácil de lidiar con él.
— Si, si, pásame el tiramisú, se ve delicioso, quiero probarlo.
Los hermanos dejaron escapar el aire, la pediatra los ignoraba como si no existieran, ella tenía su total atención en el postre, apenas le dió una mordida gimió de deleite.
— Ella no nos escucha Massimo, parece que estamos pintados aquí.
— ¡Por dios,