Loren no estaba segura de por qué creía en las palabras del hombre de mirada verde, pero a decir verdad él era lo único bueno que le había pasado en los últimos días.
Cómo el trauma por el encierro y maltrato había sido muy duro, Loret prefería estar a salvo, y si Massimo podía ofrecerle seguridad y amor, lo tomaría.
— Dios... Esto es una locura, está bien, acepto, Pero quiero conocer a tu familia antes de mudarme contigo, primero necesito hablar con ellos. No me lo tomes a mal, solo quiero hacer las cosas lo mejor que se puedan.
— Mírate, te ves tan frágil, quien diría que quieres tomar el control de la relación y hablar con mis hermanos, tan linda mi luna.
— ¿El control? ¿De que hablas? Solo quiero protegerme, no quiero que después de estar juntos resultes ser un psicópata, un asesino, o un monstruo.
— No mujer, para nada, soy tan tierno como un cachorro, ya vas a ver.
— ¿Por qué pienso que realmente no eres tan tierno como dices?
La bella pelirroja entrecerró la