C18-¡PAGARAN!
Dos días después.
El auto negro se detuvo en una fila perfecta frente a una mansión que parecía salida de otro siglo. Rowan bajó del vehículo y se acomodó el abrigo mientras el aire frío de Rusia le mordía la piel. La puerta principal se abrió antes de que tocara y un mayordomo lo recibió con una inclinación precisa.
—Señor —dijo—. El abrigo, por favor.
Rowan se lo entregó sin hablar y siguió al hombre por pasillos largos, flanqueados por cuadros antiguos y estatuas de mirada severa.
Todo imponía. Todo recordaba poder y sangre.
—El señor Crowe lo está esperando.
Se detuvieron frente a una puerta doble y al abrirse, apareció un estudio amplio, sobrio y elegante y tras el escritorio, un hombre se puso de pie.
Era parecido a Aslan.
La misma estructura fuerte, el mismo porte. Solo que mayor, a los inicios de los cuarenta, y con ojos claros, casi del color del cielo en invierno.
—Rowan, bienvenido. Soy Adrian Crowe.
Rowan tomó la mano que le ofrecían, su apretón fue firme,