C17- SIN PODER OLVIDARLA.

—¿Qué demonios, Rowan? ¿Te volviste loco?

Isabella apretó las manos y sacó el teléfono al instante. La llamada conectó de inmediato.

—Déjame explicarte —empezó él.

—¡No! —lo cortó—. No voy a dejarte explicar nada. Tú más que nadie no querías a Aslan aquí y ahora le das una puta oficina. ¿Qué te pasa, Rowan?

Rowan suspiró al otro lado.

—Isa, no es lo que parece, ¿ok? Solo le di la oficina porque es más seguro para ti.

—¿Seguro para mí? ¿Te estás escuchando?

—Hay leviatanes —respondió él—. Y no quiero que salgas ni siquiera con chofer. Hasta un portero podría ser uno de ellos. En la empresa no. Allí todos sangran rojo, hermana y si van a comerse a alguien... que sea a ese pendejo de Aslan.

La cara de Isabella lo dijo todo, porque esa posibilidad no le gustó, ni un poco.

—Será temporal —continuó Rowan—. Del acuerdo, se irá pronto. Resiste.

Isabella soltó el aire.

—Pero al menos me hubieras dicho.

—Lo lamento —respondió él—. Por cierto, viajaré a Rusia mañana. Me