C16- SEGUIMOS ORDENES DEL PRESIDENTE.
C16- SEGUIMOS ORDENES DEL PRESIDENTE.
—Aquí —susurró—. Hay un pulso acelerado... y eso delata más que cualquier gemido.
La tensión se tensó hasta doler y fueron dos orgullos chocando. Dos voluntades mordiéndose, entonces Aslan fue provocador a propósito, disfrutando cómo ella temblaba, cómo los hombros se le tensaban aunque intentara fingir control.
Y por un segundo, Isabella se perdió, pero también reaccionó.
Le apartó la mano de un manotazo.
—No vuelvas a tocarme —dijo, fría.
Volvió a los papeles como si él no existiera y Aslan respiró hondo; sin embargo la conexión seguía ahí, vibrando, indómita.
Kronos rugió en su cabeza.
«Su loba es mi loba. Ella es nuestra. Lucha por ella.»
Aslan no respondió y de la nada le cruzó Damian, el mensaje, la posibilidad de una traición.
«Si miente, insistió el lobo, si no la cuida, es tu deber»
Aslan apretó los dientes y guardó silencio.
—Tenemos que revisar las maquetas —dijo Isabella, sin mirarlo.
Él se puso manos a la obra y aunque estaba tenso