C111-EL VERDADERO OBJETIVO.
C111-EL VERDADERO OBJETIVO.
Mientras, en la guarida de vampiros, la pelea estalló con una ferocidad que heló la sangre. Los vampiros descendían desde las alturas como sombras con garras y Rowan rugió, lanzando a uno contra la pared antes de girarse y partirle el cuello a otro de un solo golpe.
—¡Malditos bastardos! —gruñó, girando sobre su eje para cubrir a Anya.
Ella estaba en plena lucha, moviéndose con agilidad; sus dagas brillaban cada vez que la luz chocaba con la sangre negra de sus enemigos. Pero uno la tomó por la espalda y Rowan reaccionó sin pensar: lo arrancó de un zarpazo, lo empujó al suelo y lo atravesó sin miramientos.
—¡Mujer testaruda! —gritó, sin dejar de pelear—. ¡Te dije que te quedaras detrás de mí!
Anya rodó los ojos incluso en medio del caos, girando para cortar a otro vampiro.
—¡Y te dije que no pienso hacerlo! —replicó, clavando su daga justo bajo la mandíbula del enemigo.
En el caos, sus movimientos parecían coreografiados; se cubrían, se empujaban, se gritaba