Steven era un joven tranquilo y sin ninguna preocupación su vida cambio a mudarse al pueblo de Vermont ubicado al este de la cuidad de donde provenía, no estuvo de acuerdo con sus padres mudarse pero tenía que aceptarlo el trabajo de su padre requería que se mudara. Una serie de acontecimientos empiezan a surgir en dicho pueblo, mientras Steven trata de adaptarse a su nuevo hogar conoce a su vecino Christian Hamilton un chico algo peculiar y misterioso. Al tener contacto ambos chicos crearon un gran vinculo de amistad, los padres de Christian no estaban de acuerdo de que su hijo estuviera cerca del chico ya que en cualquier momento su hijo podría cometer una locura. Todos se preguntaran: ¿Qué clase de locura? Pues los Hamilton son vampiros desde hace más de cien años, y ellos temen que Christian pueda matar a Steven para beber su sangre trataron de alejarlo pero fue inútil se fueron haciendo más cercanos hasta que un día un clan enemigo regresó de las sombras los Sellers llenos de ira al saber aquella noticia de que los Hamilton tenían un lazo de amistad con un humano, secuestraron a Steven para tenerlo de rehén y así poder enfrentarse nuevamente a los Hamilton como solían hacerlo en anteriores épocas. Todos en Vermont tienen un secreto que ocultar incluyendo a los padres Steven, secreto que podría romper la confianza que había entre los tres. ¿Podrán Simón y Sarah revelarle ese gran secreto a su hijo? Eso solo lo sabrás cuando te adentres a esta historia de vampiros y brujas.
Leer másEl aire estaba denso en la entrada del santuario de los Primeros Ecos. No era solo humedad o polvo ancestral; era magia viva, una presencia que respiraba desde las piedras, que se deslizaba entre los pliegues del tiempo. Sariah se detuvo justo antes de cruzar el umbral. A su alrededor, los demás miembros de la expedición —Tamsin, el joven alquimista errante; Marek, el guerrero silencioso con ojos que brillaban como plata; y Kael, el protector jurado de la línea de Serena— también se quedaron inmóviles, como si sintieran la misma advertencia no dicha.—Una vez crucemos, no habrá vuelta atrás —dijo Kael, su voz reverberando en las columnas talladas con runas que relucían tenuemente.Sariah asintió. Había leído sobre este lugar en los fragmentos dispersos de los manuscritos de su madre. El Santuario de los Ecos: donde la realidad es sólo una capa más, donde los recuerdos caminan como sombras y las decisiones antiguas aún sangran en los muros.Entraron.La oscuridad no fue total. Había un
El atardecer teñía los cielos de tonos purpuras y anaranjados cuando Steven se adentro en el aquelarre de su hermana Thalia, el aire dentro de la casa era denso, cargado de varias miradas muy preocupantes de aquellas hechiceras podian sentir la gran energia que poseia el pelinegro. En ocasiones las luces parpadeaban, al fondo de la sala entre algunos muebles estaba Thalia. Su cabello oscuro caia en rizos salvajes sobre sus hombros, y sus ojos azules brillaban como si pudieran atravesar las sombras. Steven noto que su hermana sostenia un grimorio entre sus manos, uno que no logro reconocer al instante. Se notaba que era muy antiguo y escrito por generaciones pasadas de hechiceros de su linaje. —Pense que no ibas a venir—dijo Thalia sin levantar la vista, aunque una leve sonrisa asomo en la comisura de sus labios. —Nunca romperia una promesa contigo—respondio Steven mientras se acercaba y la rodeaba con un fuerte abrazo—Despues de lo que paso con Edmund, no podia esperar mas para enco
La luna llena brillaba sobre los antiguos bosques de Vermont, iluminando los restos de lo que alguna vez fue prospero refugio vampirico. Los altos pinos se cernian como silenciosos guardianes sobre el paisaje, mientras el viento susurraba entre las ramas, cargando con el los ecos de tiempos olvidados. Charlotte obervaba el paisaje desolado desde una colina rocosa, sus ojos centellenado con la determinacion de alguien que estaba a punto de desatar un poder prohibido. Vermont habia sido el hogar ancestral de los Sellers, su lugar de poder antes de que la guerra entre la familia Halmiton y los Sellers. Generaciones de vampiros habian sido borradas de la tierra, condenados al exilio por la mano de aquellos que temian su creciente influencia. Pero Charlotte, la ultima heredera visible de su estirpe, nunca habia olvidado el juramento que hizo cuando su familia fue expulsada. Y esa noche, estaba lista para cumplirlo. A sus pies, dispuesta en un circulo perfectamente alineado, se encontraba
El sol apenas se asomaba en el horizonte, sus rayos bañaban el bosque en tonos dorados y calidos, en un intento de borrar las sombras de la batalla reciente. Pero no importaba cuanto brillara el dia, en el corazon de Elias solo habia pesadez. De pie frente a los miembros de su manada, el lider licantropo sintio el peso de la decision que estaba a punto de tomar. Una que, aunque necesaria, lo desgarraba por dentro. Los supervivientes de la batalla se habian reunido en un claro cercano, sus rostros tensos, muchos de ellos aun cubiertos de vendas, cicatrices y dolor. Las miradas expectantes estaban fijas en el, cada uno esperando las palabras que los guiarian en los dias por venir. Sin embargo, Elias sabia que lo que estaba a punto de decirles no era lo que esperaban escuchar. —Gracias por estar aqui—comenzo, su voz grave y cargada de autoridad, pero tambien teñida de tristeza—Lo que ocurrio anoche fue un recordatorio brutal de las fuerzas con las que estamos lidiando. Edmund y Charlot
El aire aun olia a sangre y magia Aidan agotado se apoyo en una de los arboles que estaba cerca de la zona de pelea, las luces de su hechizo de curacion habian desapercido. Y aunque habia hecho todo lo posible para salvar a Steven y a Elias, una sensacion de inquietud lo perseguia. Algo no estaba bien. Steven, tendido a pocos metros de el, deberia estar descansando en su estado de convalecencia, pero lo que Aidan vio lo dejo perplejo. A pesar de las heridas graves que habia sufrido durante la batalla, Steven ya empezaba a moverse con facilidad. Su respiracion, que antes era erratica y dolorosa, se habia estabilizado, y las profundas heridas que habian desgarrado su carne ahora eran apenas cicatrices leves. Aidan entrecerro los ojos, observando como la piel de Steven se regeneraba ante sus propios ojos. —¿Como es posible?—se pregunto, aunque en el fondo ya sabia la respuesta. Steven poseia aquella magia de la cual y el su hermana Thalia fueron bendecidos, una magia antigua que no cu
Todo estaba en silencio era un mausoleo de sombras y muerte. Aidan, exhausto tras su enfrentamiento con Edmund, permanecia de rodillas, jadeante y con la mente atrapada en una confusion de emociones. Habia herido al vampiro, pero la victoria se sentia vacia en su pecho. Elias...todo lo que habia hecho por el fue por el, por proteger a alguien que significaba mas de lo que estaba dispuesto a admitir, Pero ahora, con el peso del silencio, las dudas y los sentimientos reprimidos regresaban con la fuerza de una marea implacable. —Elias—susurro mientras se levantaba lentamente, tambaleandose hacia donde habia caido el lobo herido. A lo lejos, en la parte mas oscura del camino, Elias aun en su forma de licantropo, yacia inmovil. Su cuerpo masivo, cubierto de cicatrices y sangre, estaba retorcido en una postura de dolor. A pesar de su fuerza, el ataque de Edmund habia sido devastador. El corazon de Aidan se acelero, no solo por el peligro que corria Elias, sino tambien por el torbellino de
Último capítulo