C110-DUDA.

Era el momento de hacerlo; habían esperado demasiado y cada día que pasaba la desconfianza crecía. Isabella cerró la puerta del pasillo con suavidad y se volvió hacia su hermana.

—Es ahora o nunca —dijo con determinación, bajando la voz—. Tenemos que ver qué esconde Diana en su habitación.

Sofía miró a ambos lados del corredor, asegurándose de que nadie las viera. Sus ojos estaban tensos, llenos de duda y frustración.

—Selene no pudo decir nada —susurró—. Intentó hablar conmigo aquella noche, pero... no alcanzó, murió.

Por un instante, el silencio las envolvió. Isabella apretó los labios y respiró profundo.

—Escúchame —dijo, tomándola del brazo—. Tú vigila. Yo entraré. Sé que esa mujer esconde algo, lo siento en los huesos y tenemos que descubrirlo antes de que sea tarde.

Sofía la miró con recelo, pero acabó asintiendo.

—Está bien —murmuró—. Pero date prisa.

Isabella sonrió con un toque nervioso y, en cuestión de segundos, sacó un pequeño gancho de su trenza y lo introdujo