C109- CACERÍA.

Rowan y Anya permanecieron un rato más sobre la hierba; ella apoyó la cabeza en su pecho y él le acarició el cabello con ternura.

—No voy a dejar que nada te toque, ¿me oyes? —murmuró él, besándole la frente—. A partir de mañana reforzaremos las guardias, y hablaremos con mi padre y con Jacob. Vamos a ir por ellos antes de que se acerquen a ti.

Horas después, cuando el amanecer empezaba a pintar el bosque, regresaron a la mansión. En la sala de guerra los esperaba Cassian, junto a Jacob y varios betas. Mapas, informes y armas cubrían la mesa central, creando un ambiente de tensión palpable.

—Entonces, lo confirmamos —dijo Cassian con voz grave—. Anya es el objetivo.

Rowan se apoyó en la mesa, con los ojos fijos en el mapa.

—Protegeremos a Anya —declaró—. Ella es la clave.

Jacob, que revisaba unos documentos, levantó la vista.

—Y tenemos algo más —dijo, extendiendo un plano con marcas rojas—. Mis hombres encontraron una guarida de vampiros en las afueras del bosque norte