CAPÍTULO 99: LA GRIETA
Jacob
Salgo de la comisaría con un hueco en el estómago, el aire pesa. La calle es ruidosa y, aun así, no escucho nada. Sonya queda libre bajo fianza, por supuesto, todo estaba armado, todo limpio. El expediente dice que a la hora del disparo ella estaba en la oficina; los videos la muestran entrando y saliendo como una señora correcta. Sé que ella lo fabricó, pero no puedo probarlo, al menos no aun y la sensación de derrota se me mete en los huesos.
Elena llama. La pantalla vibra, su nombre tiembla, pero no contesto. No puedo oír su voz ahora, pues la frase de mi madre me taladra: “Elena es tu media hermana”. Sé que suena absurdo, sé que parece un último truco, pero ¿y si no lo es?
¿Y si mi madre todo este tiempo intentó evitar la peor de las monstruosidades en mi vida? No lo sé, es demasiado extraño, demasiado rebuscado, pero una parte de mí no puede evitar dudar.
Subo al auto y manejo hacia la clínica donde se encuentra Ethan porque no puedo lidiar con nada m