CAPÍTULO 33: VERDADES A MEDIAS
Jacob
Marcos está muerto…
Repito la frase por dentro como si al hacerlo pudiera cambiarle el sentido, pero no. Se queda ahí, clavada entre los dos.
—¿Cómo? —pregunto cuando puedo recuperar el habla.
Todo este tiempo estuve odiándolo, pensaba en Marcos y sentía una rabia indescriptible en el pecho, pero ahora… no sé ni cómo sentirme.
Elena tiene los ojos enrojecidos y los hombros hundidos hacia adentro. Mira el suelo intentando evitar mi mirada, pero no puede.
—Un accidente —responde—. Fue seis meses después de… —traga saliva, levanta la vista un segundo y la baja de nuevo— después de que tú y yo nos separáramos.
Seis meses. Me quedo quieto, empuño mis manos sin darme cuenta. Todo este tiempo imaginaba a Marcos apareciendo, ella corriendo a sus brazos con el impulso de alguien que por fin elige “mejor”, el tipo dándole el apellido, los lujos, el orden. Inventé un cuento para sobrevivir, y el cuento no existe. Se murió, ella estaba embarazada de dos pequeñ