Salvador
No sé cuántas veces he revisado la maldita información que había en la propuesta de los Myer, tratando de buscar algo que nos ayude, pero más allá de la dirección que dejaron no veo mucho.
La propuesta era para hacer ampliaciones a los medios de transporte, crear líneas privadas adicionales y aunque la idea no era descabellada, las cifras si lo eran y ellos no tenían reconocimiento, respaldo ni garantías.
No había nada que me garantizara que tenían con que respaldar si el proyecto se caía y yo no pensaba arriesgarme, sin embargo al parecer esa fue la cuerda sobre mi cuello que poco a poco empezaron a apretar.
Me han estado destrozando lentamente y yo ni siquiera me había dado cuenta.
Un par de horas más tarde, y aún con la cabeza y el pecho hecho un lío, me siento en uno de los sofás del estudio. estamos reunidos con el detective y el hacker de Federico, revisando los avances.
—No tenemos una ubicación fija —dice el hacker, pasándonos un mapa digital y yo quiero gruñir de frus