Hola bellezas!!! ya estamos en la tanda del ¡DRAMA! Muchas gracias por leer :) Estén super pendientes a mi perfil porque muy pronto les traeré una nueva historia! besooooos Muaaak.
MarinaUnas horas antesDespués de casi una semana de estar compadeciendome en la casa de Clara, decidí volver a mi antiguo apartamento y debo admitir que la primera sensación que tuve fue de soledad.Me sentí inmensamente sola, en especial al ver las fotos de Daniel que tengo puestas en el buró.Luego de esa última carta no volvieron a contactarme, no me han dicho absolutamente nada y vivo con el miedo constante de que puedan hacerle daño. He pensado en ir a la policía, pero si me están espiando, entonces lo sabrán y si aún no han matado a Dani, entonces lo condenaría.No sé qué hacer.Siento que estoy atrapada en un bucle dónde la tortura y el miedo se repiten una y otra, y otra vez, y eso sin hablar de todo lo sucedido con Salvador. Él no me ha contactado, no ha querido hablar conmigo y eso que Federico seguramente ya le contó todo, lo que significa que aún asi sigue sin poder perdonarme y me molesta.Lo hace porque yo pude haberlo entregado, pude haberlo hecho para salvar a mi herm
SalvadorSe siente como una maldit4 pesadilla.Es como si llevara no un día ni dos, sino toda la semana sumergido en este maldito inferno del que no puedo despertar.Tengo el cuerpo agarrotado de lo tenso que me encuentro y siento que el corazón me está latiendo con tanta fuerza que incluso el pecho me duele, pero no me muevo, no digo nada mientras Alex maneja a toda velocidad siguiendo el auto de Federico para dirigirnos hacia el edificio en el que vive Marina.Necesito saber qué demonios ha pasado, ya he llamado al detective encargado del caso para que se reúna conmigo ahí, pero con todo eso una parte de mi no quiere llegar, no quiere ver lo que hicieron, porque esa parte está aterrada de lo que pueda encontrar.La culpa, la rabia, el remordimiento, todo se está entretejiendo dentro de mí y sé que ahora mismo soy una bomba a punto de estallar.Finalmente el auto empieza a aminorar la velocidad y no tengo ni que preguntar cuál es el edificio porque puedo deducirlo por las patrullas de
MarinaNo sé cuánto tiempo ha pasado desde que me obligaron a salir de mi apartamento, ni cuánto tiempo he estado en esta camioneta con los ojos semicerrados y el dolor palpitante en la cabeza. Todo me duele.La boca, la espalda, los brazos. Y en especial la cabeza en dónde siento como el caballo se ha llenado de sangre.Me siento rota, literal y emocionalmente. El golpe que recibí contra el suelo me dejó aturdida, con la cabeza sangrando y el cuerpo casi inútil, pero estoy aquí, sentada entre dos hombres que huelen a sudor y rabia, tratando de mantenerme despierta para entender qué demonios está pasando.Mis ojos no pueden dejar de ir cada tanta hacia el hombre que ha dicho que es hermano de Renata, no entiendo por qué hacen esto, no entiendo porque si buscaban lastimar a Salvador de alguna manera, mi hermano y yo hemos terminado en la mitad de todo esto.Siento como si hubiese algo que estuviera pasando por alto, algo que no he visto y que es de suma importancia, pero con el aturdim
SalvadorSiento que me estoy volviendo loco.Cómo es posible que con cada paso que demos ellos, quién quiera que sean los complices de Renata y su hermano, están dos adelante.¿Cómo llegó ese oficial tan pronto a la escena? ¿Cómo evitó que algún otro uniformado llegara si el vigilante llamó a la policía?La única respuesta que viene a mi mente consigue que todo el cuerpo se me tense y la rabia se multiplique en mi interior: Tiene gente comprada en la policía.De ser así entonces estamos más jodido de lo que pensábamos, pues aunque mis influencias son muchísimas y tengo en mi nómina tanto a detectives como patrulleros, esto nos deja en una situación complicada porque no sabemos en quién confiar, no sabemos si los mismos a los que le pago me están apuñalando por la espalda.Al final nos pidieron retirarnos de la escena y a regañadientes volví con todos a la mansión, mientras pensábamos cómo proceder con lo poco que sabemos.Lo único que he hecho es que llevo más de media hora dando vuelt
SalvadorNo sé cuántas veces he revisado la maldita información que había en la propuesta de los Myer, tratando de buscar algo que nos ayude, pero más allá de la dirección que dejaron no veo mucho.La propuesta era para hacer ampliaciones a los medios de transporte, crear líneas privadas adicionales y aunque la idea no era descabellada, las cifras si lo eran y ellos no tenían reconocimiento, respaldo ni garantías.No había nada que me garantizara que tenían con que respaldar si el proyecto se caía y yo no pensaba arriesgarme, sin embargo al parecer esa fue la cuerda sobre mi cuello que poco a poco empezaron a apretar.Me han estado destrozando lentamente y yo ni siquiera me había dado cuenta.Un par de horas más tarde, y aún con la cabeza y el pecho hecho un lío, me siento en uno de los sofás del estudio. estamos reunidos con el detective y el hacker de Federico, revisando los avances.—No tenemos una ubicación fija —dice el hacker, pasándonos un mapa digital y yo quiero gruñir de frus
MarinaPor un momento creo que me he golpeado tan fuerte en la cabeza que estoy viendo cosas, que he empezado a alucinar, pues es la única razón que encuentro ante lo que estoy viendo.Sin embargo, nada más tengo que sentir la respiración acelerada y asustada de Daniel a mi lado para saber que lamentablemente no es así. Lo que estoy viendo sí es real, mi padre, ese hombre detestable y alcohólico que nos hizo la vida imposible hace tantos años está aquí enfrente de nosotros con una sonrisa en el rostro.No puedo juzgar a Daniel por no haberlo reconocido al inicio, él era solo un niño de unos 12 años cuándo lo vio por última vez, y a diferencia de entonces, ya no se ve sudoroso y asqueroso por el licor, ahora lleva canas el cabello, traje entero de marca y una sonrisa petulante.—Hola, Marina, cuánto tiempo sin verte—me dice con una amabilidad tan falsa que siento que me estremezco.Es como si volviera a ser la niña pequeña que sabe que apenas diga algo indebido va a ser castigada.Sient
MarinaMe congelo.Siento como si toda la habitación hubiese quedado suspendida y en mis oídos lo único que escucho es un pitido agudo que ni siquiera sé si es real o no.Pero es que en lo único que puedo pensar, es en las palabras que este… que este hombre acaba de decir, porque no puede ser verdad.No.No, no, no.Lo escuché mal.Estoy tan golpeada, tan aturdida, tan jodidamente dolida que… debí entender mal.—¿Qué… qué dijiste? —mi voz apenas es un murmullo rasgado.Mi padre —no. Ese hombre. Ese maldito— sonríe como si acabara de ganar una partida.Él se cruza de brazos y me mira como si disfrutara del momento.—Lo que escuchaste. No eres mi hija, Marina. Nunca lo fuiste.Niego. Instintivamente. Como si el cuerpo supiera antes que la mente que no puedo aceptar esto.—Estás mintiendo —escupo, llevándome las manos al cuello aún adolorido—. Solo quieres joderme la cabeza. Siempre lo has hecho. Siempre has sido un mentiroso, un manipulador, un maldito…Él se carcajea, lento y podrido co
SalvadorEl silencio que llena mi mente al escuchar las palabras de Renata se queda conmigo mientras salgo de la sala de interrogatorios y continúa mientras sigo mi camino hacia la salida de la comisaría.A la lejanía se filtran voces pero es como si estuviera bloqueado, como si lo único que pudiera escuchar en mi mente son las palabras de Renata y de inmediato viene a mi cabeza toda la m4ldita investigación que Alex me dio sobre la basura que es Joseph Rivera, el padre alcohólico, maltratador y ex policía de Marina.Nunca pensé que ese malnacido estuviera involucrado en esto, no me conoce, no tiene nada que ver conmigo ¿Entonces por qué robarme?Y a todas estas ¿De dónde se conoce con Renata y su hermano? Ella ya no quiso volver a contestar nada y pidió que llamaran a su abogado, lo que me deja atado de manos en lo que se refiere a ella para encontrar información.Pero lo que realmente me jode y hace que la furia me llene desde dentro, es el hecho de que yo lo investigué, leí sobre él