Marina
Unas horas antes
Después de casi una semana de estar compadeciendome en la casa de Clara, decidí volver a mi antiguo apartamento y debo admitir que la primera sensación que tuve fue de soledad.
Me sentí inmensamente sola, en especial al ver las fotos de Daniel que tengo puestas en el buró.
Luego de esa última carta no volvieron a contactarme, no me han dicho absolutamente nada y vivo con el miedo constante de que puedan hacerle daño. He pensado en ir a la policía, pero si me están espiando, entonces lo sabrán y si aún no han matado a Dani, entonces lo condenaría.
No sé qué hacer.
Siento que estoy atrapada en un bucle dónde la tortura y el miedo se repiten una y otra, y otra vez, y eso sin hablar de todo lo sucedido con Salvador. Él no me ha contactado, no ha querido hablar conmigo y eso que Federico seguramente ya le contó todo, lo que significa que aún asi sigue sin poder perdonarme y me molesta.
Lo hace porque yo pude haberlo entregado, pude haberlo hecho para salvar a mi herm