Draco.
Draco.
Por: Ross Sandoval.
Prólogo.

Elizabeth:

—Señora Mayer. 

—Doctor —me puse de pie— ¿como esta mi hijo?

—Bueno señora Mayer, las noticias no son tan buenas —hizo una pausa—, debido a los síntomas que me dijo que presentaba su hijo le hicimos uno para verificar mi sospecha, su hijo tiene Leucemia mielomonocítica juvenil.

—¿L-Leucemia? No —negué—, no es posible. 

—Lamento decirle que si —me entregó un papel— La leucemia mielomonocítica juvenil es un tipo poco común de leucemia que no es crónica ni aguda. Se inicia a partir de las células mieloides, pero generalmente no crece tan rápidamente como la AML ni tan lentamente como la CML. Esta leucemia ocurre con más frecuencia en los niños de poca edad, la edad promedio de cuatro años. Los síntomas pueden incluir piel pálida, fiebre, tos, moretones o sangrado que ocurre fácilmente, dificultad para respirar debido a la presencia de demasiados glóbulos blancos en los pulmones, sarpullido y agrandamiento del bazo, el hígado y de los ganglios linfáticos. Su hijo presenta alguno de los síntomas y el resultado arrojó positivo para Leucemia. 

—¿Qué es lo que hay que hacer? —preguntó mi amiga, yo no dejaba de mirar el papel. 

—La quimioterapia es el tratamiento principal para la leucemia en niños. Para algunos niños con un mayor riesgo de leucemia, puede que se administre una alta dosis de quimioterapia junto con un trasplante de células madre. Podrían emplearse otros tratamientos, como el tratamiento con medicamentos de terapia dirigida, cirugía y radioterapia en circunstancias especiales. Por suerte la leucemia de Liam ha sido detectada a tiempo, muchos padres a veces toman los síntomas como una gripe ligera y los automedican. 

Sollozaba sin control mientras miraba aquel papel, no podía creerlo.

Leucemia.

Mi pequeño tenía leucemia ¿como iba a afrontar esto? Ya antes estaba sola, ahora me siento mucho mas sola que antes. Pensé que estaba todo bien en mi vida, que tendría una vida tranquila siendo solo mi hijo y yo, pero ahora todo me dio un giro inesperado.

Recibir esa noticia no fue como un balde de agua fría, fue uno de agua caliente, por que estaba comenzando a desesperarme.

Mi mente me gritaba que fuera a casa de mis padres a contarles, pero mi razón me lo impedia, todos ellos me rechazaron junto con mi hijo cuando supieron de mi inesperado embarazo.

Aun podía escuchar esas palabras resonando en mi mente.

Lo peor es que la unica solución es un transplante de medula osea para mi hijo, pero debe ser de un padre o hermano.

Mi niño no tenía hermanos al menos no de mi lado.

Tampoco un padre, por que no lo conocia, no sabia quien era su padre.

Y han pasado cinco años de aquella noche en la que me desconocí por completo, me acosté con un hombre que hasta ahora no recordaba. No tenía una pista de ello, solo su nombre.

Draco.

Eso no me serviria de nada ahora, no cuando seguramente en el planeta debe haber más de un hombre que se llame Draco. No se que es lo que voy a hacer con mi hijo enfermo.

—Has sido fuerte siempre Elizabeth —me dije a mi misma—, tu puedes con esto y más. 

—Calma amiga.. 

—¿Que es lo que sigue doctor?

—Ya que la leucemia no está en estado avanzado, podemos comenzar con las quimioterapias e ir monitoreando cada paso y hacer estudios, esperemos que funcione, de ser asi, no necesitaria cirugia. 

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