Resignado, Jeison suspiró y trató de calmarla.
—Nadie te insultó, solo te hicieron observaciones.
—¿Y los que dijeron que estoy mal de la cabeza, que soy superficial y egoísta? ¿Eso no es insultarme? Solo me defendí, ¿está mal? Y tú ni siquiera me apoyaste… —Zinnia comenzó a quejarse, haciendo un berrinche infantil.
Él se veía muy molesto; no fue capaz de esconder el fastidio que sentía.
No podía explotar en plena transmisión, así que apretó los dientes y se tragó su ira.
—Olvídalo, fue mi culpa. —Dijo con desgano, y sin más palabras, cerró la transmisión en vivo.
Yo no pude evitar reírme.
Una transmisión que se suponía debía ser seria, acabó convertida en una tormenta de gritos e insultos gracias a ella. Por culpa de ella, él, un abogado reconocido por su profesionalismo, quedó en ridículo.
Esa desastrosa transmisión se convirtió pronto en tema candente en redes.
La gente criticaba sin parar la falta de educación de Zinnia y muchos comenzaban a extrañar mis intervenciones como coanfit