Capítulo — Entre la esperanza y la pérdida
(Punto de vista: Sofía Rojas)
El reloj del hospital parecía clavado en la misma hora, como si el tiempo también esperara noticias de Lili. Yo llevaba horas sentada en ese pasillo interminable, rodeada de murmullos, respiraciones contenidas, pasos que iban y venían. Cada tanto alguien me preguntaba cómo me sentía, y yo respondía con un “bien” automático, sabiendo que era mentira.
Mientras tanto, a kilómetros de allí, otra historia se movía.
En el laboratorio central de Castell Grups, el doctor Hale revisaba los últimos protocolos quirúrgicos. Su voz sonó firme al teléfono cuando llamó a Federico Klein:
—Todo está listo para la operación de Gabriel. Tenemos equipo, quirófano, anestesia, todo preparado. La intervención será mañana al amanecer. Solo faltan las últimas autorizaciones y los pagos finales.
Federico lo escuchó desde el hospital, mirando a Adrián, que se mantenía de pie junto a la ventana, la corbata floja y el rostro cansado.
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