Capítulo 6 – El Nombre en el Margen
La sala de juntas del piso veintiuno, usualmente sobria, pulcra y rigurosa como un quirófano corporativo, se encontraba sumida en un caos perfectamente contenido, pero denso.
Como si algo vital estuviera al borde del colapso, sin que nadie se atreviera a nombrarlo.
Las persianas automáticas, apenas entreabiertas, dejaban filtrar franjas de luz que cruzaban la mesa central en forma de cuchillos. Las pantallas parpadeaban con gráficos truncos y líneas de código con errores persistentes.
Los ingenieros biomédicos, genetistas y ejecutivos rodeaban la mesa como soldados exhaustos. Todos sabían que estaban fallando. Solo no sabían cómo decirlo.
Entonces estalló.
—¡El modelo B colapsó en el 42% de los implantes! —gritó uno de los ingenieros.
Su voz, rota por la frustración, rebotó contra las paredes. En un arranque de impotencia, estrelló la Tablet contra el piso. El sonido seco fue como una sentencia.
—¡Cinco años y millones para esto! —espetó otro.
Adriá