CAPÍTULO 45– Dulce de Leche Granizado y Secretos de Madrina
Punto de vista: Sofía Rojas
A veces, un helado era todo lo que necesitabas para recordar que la vida también sabía a cosas simples.
Sofía caminaba al lado de Lili, entre risas y escaparates iluminados, mientras el centro comercial se llenaba de voces, pasos y aroma a comida deliciosa. Llevaba un abrigo liviano sobre la panza que ya se asomaba orgullosa, y se sentía, por primera vez en semanas, en paz. o al menos, en una tregua.
—¡Dulce de leche granizado y bombón Rocher! —exclamó al llegar a la heladería—. Si no me lo das, me deprimo.
—Estás embarazada, podés pedir lo que quieras, ¿te acordás? —rió Lili, mientras señalaba su cucurucho de frutilla a la pana con maracuyá.
Se sentaron en un banco largo, junto a una vidriera repleta de cosas para bebés. Y ahí, como una señal del universo, Sofía la vio.
Una cuna blanca.
Preciosa. De madera tallada, con sábanas de animalitos verdes y amarillos. Tenía un moño en un co