Capítulo — El anillo en la mesa
Sofía salía del salón del hotel con la frente en alto, los pasos firmes y el corazón hecho pedazos. El murmullo de las conversaciones se mezclaba con el tintinear de las copas, pero en sus oídos solo resonaban las últimas palabras que había pronunciado: “Lo siento, me mentiste, Adrián. No quiero estar con un mentiroso.”
Adrián corrió tras ella, desesperado. La alcanzó en el pasillo antes de que llegara a la puerta.
—Sofi, esperá… —le rogó, tendiéndole la mano para detenerla.
Ella se giró con los ojos azules encendidos, la voz contenida como un puñal.
—No me toques, Adrián. No quiero pasar más vergüenza. Me mentiste… y esto no cambia nada.
Con un movimiento sereno, casi solemne, se quitó el anillo de compromiso y lo dejó sobre la mano de Adrián y le entrego la copa que aún guardaba las marcas de sus labios que tenía en su mano sin querer .
Ese gesto fue como un disparo silencioso. Adrián sintió que la sangre se le helaba. La vio alejarse con