Capítulo 51
El reloj marcaba ya las ocho de la noche. Lilian seguía tumbada en la cama del hospital, con la mirada perdida en el techo. La inquietud no la dejaba en paz; su mente volaba una y otra vez hacia Gabriel.—Gabriel… ojalá esté bien con Clara —murmuró en voz baja.Daryl, sentado en una silla junto a la cama, la observó de reojo.—¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan intranquila?Lilian giró la cabeza. Su rostro estaba pálido, aunque en sus ojos brillaba una firmeza obstinada.—Tengo que volver a casa, Daryl. Gabriel me está esperando. Sé que ahora está con Clara, pero sigo preocupada. Seguro que me busca.—Acabas de desmayarte —replicó él, con un tono de desaprobación—. Tu cuerpo aún no se ha recuperado. ¿Qué pasará si fuerzas demasiado y vuelves a desvanecerte?Lilian suspiró e intentó incorporarse un poco.—Estoy bien, Daryl. Quiero volver a casa. Gabriel me necesita, aunque Clara esté con él. No estaré tranq