Capítulo 14. Próxima jugada
Angelo
—¿Se puede saber a qué ha venido eso? —pregunta Leonardo una vez que las chicas se han ido a la pista—. ¿Qué carajos te pasa?
—No fue nada —digo, encogiéndome de hombros—. Solo me dio la impresión de que iba a preguntar y no lo pude tolerar. Su familia ya nos tiene en un mal concepto como para darles la razón.
—Me conoces mejor que eso, hermano. Sabes que jamás le impediría hacer lo que ella quisiera.
—Yo lo sé, pero ¿ella lo sabe? —lo enfrento—. ¡¿Acaso no viste la forma en que bajó la cabeza al mirarte?! ¿Ese es el tipo de relación que buscas? No sabía que te gustaran los juegos de rol…
—Vete a la mierda, Angelo —suelta en un gruñido—. Hablaré con ella —promete, levantándose del sofá y se aleja hacia las escaleras que bajan a la pista de baile.
La idea de verlo contonearse contra Emily al bailar me revuelve el estómago, por lo que me levanto también, decidido a regresar a mi oficina.
—¿A dónde vas? —pregunta Alice, pero no me detengo.
—No tengo tiempo para esto —digo, malhumo