El padre de Demian se acercó a él para tratar de controlarlo, pero tan pronto como ello sucedió, un grupo de policías arribó al lugar preguntando por Sebastian Monroy.
- Buenas noches… Venimos buscando al ciudadano Sebastian Monroy.
- ¡Soy yo! ¿Quién le busca? – respondió el padre de Demian un tanto intrigado.
- Traemos una orden de aprehensión en su contra por desvío de recursos y malversación de fondos.
Le pedimos de la manera más atenta que nos acompañe, cualquier cosa que diga ser usada en su contra, en un momento se le leerán sus derechos. – dijo el oficial enseñando la orden de arresto.
- ¡Esto es imposible! – dijo Demian sorprendido. – Mi padre es el dueño de la compañía, ¿Cómo puede ser que lo esté acusando de robarse a sí mismo? En todo caso, yo soy quien lleva las riendas del negocio familiar, ustedes deberían arrestarme a mí. - dijo Demian nuevamente tratando de proteger a su padre.
- Señor, usted no es por quién venimos, así que hágase a un lado o le tendré que arrestar po