Alejandro llegó casi cuatro horas después, al descender del avión, ya lo esperaba un auto, el cual lo llevó de inmediato al hospital. Al llegar, se percató de que ahí había más personas de las que esperaba, rápidamente, sintió un escalofrío al ver una silueta conocida, sabía que era ella, jamás podría confundirla, ahí estaba, se veía diferente, pero ahí estaba, sí, ahí estaba Eva, su ahora exesposa.
Inmediatamente, quiso detener el paso, pero no pudo, ya que Melissa se percató de su presencia.
- ¡Alejandro! -grito Melissa entre lágrimas.
La joven corrió a su encuentro, no esperaba que él llegase tan rápido, por momentos, dudaba que él siquiera llegase. Verlo ahí, le dio una pizca de esperanza para su padre, si Alejandro que era un testarudo y duro de corazón, había llegado, su padre podría salir bien librado de este accidente.
Eva, por su lado, al escuchar cómo Melissa gritaba el nombre de su exmarido, se giró por instinto y se sobresaltó, realmente no esperaba que él llegase. Ya en ot