Eva salió del edificio del grupo Mendoza, estaba molesta, se sentía sensible, tenía ganas de llorar, cosa que no pasó desapercibida por su chofer.
- ¿Está usted bien, señora? -dijo Marcus el chofer asignado para ella.
- No, Marcus, no lo estoy, llévame a la farmacia que encuentres por el camino a casa. -dijo Eva, recordando la breve charla con Alejandro.
Luego de un momento de silencio, Eva por fin habló, ella podía preguntarle a Marcus sobre la relación que tenía Alana con Alejandro, antes de que ella llegara a Nueva York, no por nada, Marcus era su chofer de más tiempo y de mayor confianza.
- Marcus, ¿Te puedo preguntar algo y me responderás con sinceridad?
- Dígame, señora…
- ¿Qué tanto conoces a Alana Brooks?
- ¿Por qué la pregunta, señora?
- Marcus, dijiste que responderías con sinceridad.
- Mi señora, debe saber que llevo muchos años trabajando para la familia Mendoza. He sido el chofer del señor Mendoza, así como lo fui de su hijo y ahora soy su chofer. Si algo caracteriza mi tr