8. Hermanastros
Emilia Díaz
Con el dinero que mi padrastro me dio hace unos días, me compré un vestido negro precioso. Desde que lo vi, supe que sería perfecto para salir con Esteban, y esta noche era la ocasión idea, iríamos a la inauguración del antro que tanto había mencionado. Lo que más me emocionaba era que Gabriela también asistiría.
Aún no podía dejar de pensar en lo que Esteban me había dicho esta tarde, que pronto ya no tendría que preocuparme por mi padrastro. Su tono había sido serio, y aunque no me dio detalles, me dejó inquieta. ¿Qué podrían estar planeando él y su padre? Aunque confiaba en Esteban, la idea de enfrentar la furia de Lorenzo me aterraba.
Decidí mantener mis pensamientos a raya mientras terminaba de arreglarme. Dejé mi cabello suelto, adornado solo con una diadema negra con detalles plateados que combinaba con el vestido. Este era de un solo hombro, elegante pero no demasiado revelador. No quería llamar demasiado la atención, aunque, con mi cabello rojo, ya sabía que sería