| 6 parte I |

Narrador Omnisciente. 

Eran las nueve de la noche y Zack regresaba a su casa completamente agotado por el día tan movido en su trabajo. A pesar de ser el dueño de su propio negocio, debía trabajar para generar mas ingresos ¿Porque? El motivo, complacer a su prometida. 

Llegó a su casa y dejo el saco sobre el perchero, fue hasta la cocina y sobre la isla encontró un envase con comida rápida. 

—De nuevo comida rapida —soltó un suspiro pesado. 

Desde que se separo de Leah, no ha comido algo decente, algo hecho en casa. Su prometida compraba comida rápida o iban a cualquier restaurante cada dia. 

Zack subió a la habitación y encontró a su prometida con una mascarilla en el rostro y terminando de pintarse las uñas. 

—Hola cariño —dijo sin mirarlo. 

—Agnes linda, ¿de nuevo comida rapida? —puso las manos en la cadera. 

—Cariño, sabes que no se cocinar —dijo de forma irritada— te dije que deberíamos contratar a alguien para que haga el aseo de la casa, no puedo estar dañándome las uñas lavando trastes. 

Zack suspiro de forma pesada al escucharla. 

Agnes era hermosa e inteligente, pero no sabia mover un dedo para nada, el mismo ha tenido que cocinar, lavar los platos y su ropa. Se dio cuenta de que ella no era lo que esperaba, no era su ex esposa. ¿Porque las comparaba? 

Zack amaba a Leah, la amaba con el alma, amaba a su familia, a su hogar. Hasta que Agnes llegó a su vida. 

Su primera impresión hacia ella fue la de una mujer inteligente y que sabia mucho sobre autos, tenia una hoja de vida intachable. Pero las intenciones de Agnes no eran las mejores. 

Ambiciosa, coqueta y astuta. Ella quería encontrar un hombre con dinero y Zack era el blanco perfecto, pero lo que ella planeaba era difícil de ejecutar, ya que su jefe no tenia problemas con su esposa. El tenía un matrimonio perfecto, algo difícil de quebrar. 

Pero ella no se rendiría, sedujo a Zack hasta meterse en su mente y poder manipularlo. 

Zack luchó con todas sus fuerzas para no mirar sus atributos, esas curvas que alguna vez su esposa tuvo. Así que cayó en la tentación. Con el paso del tiempo, hizo a Agnes su amante. La llevaba a restaurantes costosos, tiendas, clubes y hoteles. Estaba encantado con la belleza y sensualidad de la rubia. 

Tanto, que dejó de tocar a su esposa, dejo de gustarle lo rellenita que se veía ya que su cuerpo era distinto a Agnes, le causaba repulsión ver a su esposa con estrías, con sobrepeso, ojeras y usar ropa holgada y pantuflas. 

Le molestaba que Leah no se viera como Agnes, por eso, la hizo su amante. Agnes era lo que el quería y necesitaba. 

—Ve a comer, el sushi es delicioso cariño. 

Zack no tuvo más remedio que volver a la cocina y comer el sushi que su ahora prometida había pedido. 

Al probarlo se dio cuenta de lo insípido que le sabía, por un momento Zack extrañó la comida casera que Leah preparaba, todo con sabor a hogar. Pero ahora esta era la vida que el escogió. 

Dejarse llevar por una cara bonita, por la elegancia y un cuerpo que le daba satisfacción. Es un hombre realmente hipnotizado por Agnes. 

Todo lo que hacia su esposa, el hogar, su ropa limpia, su casa ordenada, su comida, todo, lo extrañaba. Pero era mas la necesidad de estar con una mujer mejor que su esposa en el aspecto físico, es lo que el escogió y planea casarse con una mujer que es completamente distinta a Leah. 

Zack es orgulloso y no volvería con Leah por mas que la extrañaba. Se estaba convirtiendo en el hombre que no quiso ser, esta siendo egoista con el mismo para seguir complaciendo a la mujer que pronto sera su esposa. Quiere ser el hombre exitoso, lleno de dinero y con la mujer que todos desean. 

Aun si lastima a su pequeña. 

Zack volvió a la habitación, Agnes se estaba colocando la bata de seda para dormir. 

—Mañana iré a ver a mi hija —el se metió al closet para sacar su pijama. 

A Agnes no le gustaba la idea de que su prometido fuese a ver a su hija, ya que ahí estaría presente su ex esposa. Agnes no es tonta, ella sabe que extraña a su ex esposa, por eso no puede permitir que se vean. 

—Cariño, mañana es la prueba de tu traje ¿lo olvidas? —se acercó a el—, también ver el salon. 

—Lo había olvidado por completo, veré a Roxanne después —ella sonrió satisfecha al escucharlo. 

A Zack solo le importa el mismo, nadie mas. Por mas que extrañe su vida de antes, no lo va a admitir, porque no quedara como el villano de la historia. Así tenga que arrastrar a quien sea. 

Solo le importa el y solo el. 

(...)

Al dia siguiente. 

Zack estaba en su oficina trabajando, su prometida estaba enseñando algunos autos, debía admitirlo, ella sabia como hacer un buen trabajo. 

—Debemos hablar —su hermano Fernando había llegado a su oficina.

—¿Que haces aqui?

—¿Que es esto Zack? —lanzo el papel sobre la mesa— le has dado el diez por ciento del concesionario a esa mujer ¿estas loco?

—Será mi esposa y es lo justo. 

—¿Lo justo? —rió con sarcasmo— a Leah no le diste nada cuando se casaron, estuvieron cinco años juntos.. ¿Qué es lo que pretendes?

—Deja de nombrar a Leah, ella y no no estamos casados. Solo quiero dejarle algo a mi futura esposa.

—Sinceramente no te conozco —su hermano mayor negó con decepción—, nuestro padre estaría decepcionado de ti, te has convertido en un cobarde. 

—¿Cobarde?

—¡Eres un maldito cobarde! —le alzó la voz— dejaste a una mujer maravillosa como Leah, por una mujer que se nota a kilometros que es superficial y que busca tu dinero. 

—Lo que afirmas es falso Fernando. No la conoces como para decir que ella es asi. 

—Por Dios Zack —soltó con frustración— ¿cuánto dinero te ha pedido esa mujer desde que es tu amante? ¿Cuantas prendas caras le has comprado? —su hermano no respondió— ¿Lo ves? Tu mismo me respondiste sin hablar.. No me gusta comparar a las mujeres, no es mi estilo, pero Leah, es todo lo contrario a tu amante, Leah es una verdadera mujer quien dejó atrás su vida para dedicarse a mantener la comida sobre tu mesa, tu ropa limpia y a tu hija bien educada.. Pero ¿sabes? Me alegra que te haya descubierto y que se hayan separado, no mereces una familia, no merecias a tus hijos. 

—¿Hijos? ¿De que hablas?

—Pensé que Leah te lo diría, la noche de la cena de aniversario, iba a darte la sorpresa de que serias padre por segunda vez, pero después de verte, estando con esa mujer. Leah perdio a tu bebé, por estar tan estresada, bajo presión. Ahora que lo sabes, espero que cargues con el peso de lo que ocasionaste. 

Su hermano salió de la oficina dejando a Zack completamente aturdido y confundido ante sus palabras. ¿Iba a ser padre de nuevo? Se sentía mal y se odiaba a si mismo por lo que sucedió. Ahora estaba sintiendo remordimiento por haberle hecho daño a su ex esposa. 

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