Marcelo:
Miraba con ilusión la ecografía donde estaba mi bebé, ver esto me retomaba hace diez años atrás al recordar la emoción de saber que seré padre, pero esta vez, me siento aún mas dichoso por que la mujer que amo me dara a mi hijo, mi segundo hijo.
Ya se ve un poco mas completo, pero aun sigue siendo pequeñito, ver esto es algo difícil de explicar.
—¿Papi? —mire a Roxanne, se había levantado, eran las cinco de la mañana.
—¿Que pasa mi niña? —me acerque a la camilla.
—Tuve un sueño muy feo —dijo en un murmullo— ¿puedes dormir conmigo?
—Claro que si mi pequeña —se acomodo para yo acostarme a su lado, con mucha delicadeza acaricie su cabello que ahora estaba muy corto, para que así se lograra dormir.
Ya las pesadillas son mucho más frecuentes, lo bueno es que no se altera y logra calmarse, pero aun así, es fuerte que siendo tan pequeña tenga esas pesadillas. Desde que está aquí, es la misma.
De Zack golpeándola.
—Papi, ¿me dejaras de querer?
—Jamás mi niña ¿Por que me lo