239. La Traición Confirmada
El silencio en el estudio fue total. La verdad, o más bien, la mentira, explotó en la habitación con la fuerza de una bomba.
Platina lo miró, sin entender.
—Pero… Selene dijo… —empezó Platina, confundida.
—Selene mintió —dijo Florencio, y en su voz no había rabia. Había un vacío. Un desierto. La voz de un hombre cuyo corazón acababa de ser arrancado por segunda vez, pero esta vez, por la memoria de la misma persona que creía que lo había salvado.
Se dejó caer en el sillón, el vaso de brandy temblando en su mano. La imagen de Selene volviendo de la cueva, su rostro serio, su voz firme. "Se acabó. Está muerto." Una mentira. Una puta mentira.
Todo el duelo, toda la culpa, toda la venganza que había construido sobre su sacrificio… todo era una farsa. Ella no había luchado a muerte contra el monstruo. Pero había muerto guardando el secreto de que lo había dejado vivir. ¿Por qué? ¿Por un código de Alfas? ¿Por un pacto secreto? ¿Por una lealtad a su especie que era más fuerte que la que sent