019.

Florencio regresó a Mar del Plata esa noche.

No fue por casualidad.

Quería ver a Selene.

No sabía si para besarla, para matarla o para arrancarse de encima esa necesidad que lo estaba carcomiendo.

La encontró en la cabaña. De pie. Con una copa de vino. Desnuda.

—Estás cada vez más peligrosa —le dijo.

—Y vos, más cobarde.

—Están empezando a morir personas.

—Están empezando a salir verdades.

—Esto es una guerra.

—No. Esto es una venganza.

Florencio se acercó. Le quitó la copa. Le besó la clavícula.

—¿Seguís queriéndome?

—No. Pero te deseo.

—¿Y eso alcanza?

—Para hacerte dudar de todo.

Y cogieron. Rápido. Contra la pared. Con el miedo latiéndoles en la nuca.

🌑 🌊 🐾

Mientras tanto, en la capital, el noticiero anunciaba en voz neutra:

—Último momento. El gobierno ha declarado el primer estado de excepción zonal desde la década del noventa. El motivo: presencias anómalas en distritos de alta densidad poblacional. El presidente Florencio Lombardi ha declarado: “Si tienen garras, correrán.
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