La espera en el refugio era tensa. Valeria repasaba sus términos con Elena Vieri mientras Sara y Claudia supervisaban la seguridad. Un par de horas después de la llamada, un coche blindado se detuvo frente a la casa.
Dante bajó, su rostro una máscara de resignación mientras abría la puerta trasera. Victoria salió del coche, temblando de furia y miedo, con el maquillaje corrido y la ropa arrugada. Había sido arrastrada desde la mansión y ahora se encontraba en el territorio enemigo.
Dante: (Entrando al salón, hablando con tono profesional a Valeria) __Aquí está. Victoria. Una entrega especial, por orden de Demian. Me ha instruido que te informe: Su destino está enteramente en manos tuyas y de tu amiga. No intervendré. Es... tu regalo__
Valeria sintió una punzada de emoción incontrolable. Demian, el hombre que solo conocía la posesión, le había cedido a su enemiga más odiada. Era un acto de sumisión estratégica, la primera grieta real en su armadura de control.
Valeria: (Una sonrisa len