CAPÍTULO 20: ¿ENEMIGO O PROTECTOR?
Eden
Los papeles con el logo de los Volkov se sienten como una bofetada. Están ahí mirándome fijamente, como si llevaran todo este tiempo esperando a que mi neurona hiciera conexión.
A primera vista, parecen documentos aburridos. Donaciones, envíos de materiales, trámites que llevan la firma de Su Santísima Majestad el Pecador Volkov. Nada especialmente turbio. Nada que grite “conspiración” a simple vista.
Y sin embargo, tengo esa sensación en el estómago. Esa punzada helada en la nuca.
No puede ser coincidencia. No puede ser que yo me esté volviendo loca, ¿verdad? No, señor. No después de todo lo que ha pasado.
Mi padre murió en un hospital vinculado a la familia Volkov.
Y justo cuando intentaba llegar hasta él, justo cuando estaba a punto de escapar para verlo una última vez… Freezer movió sus piezas y me detuvo.
No es casualidad. No lo es.
¿Desde cuándo estos hombres saben de mi existencia? ¿Desde cuándo han estado tirando de los hilos de mi vida