CAPÍTULO 14: UN FREEZER PROTECTOR
Eden
Dmitry no dice nada al principio, solo observa a Natasha con una expresión impasible que hace que el aire en la cocina se sienta más frío de lo que realmente está. Luego, con un movimiento lento, aparta su mano de la de ella y suelta un simple:
—Vete.
Natasha parpadea, claramente incrédula de que le esté hablando así.
—Tú no entiendes —insiste con un tono casi suplicante—. Esta ofrecida estaba con Nikolai…
No llega a terminar la frase.
—Te dije que te fueras —la interrumpe Dmitry con una voz más dura esta vez. Luego, sin molestarse en mirarla más, señala a Karina—. Tú también.
Karina se muerde el labio, como si le costara obedecer, pero su autoridad la aplasta como un ladrillo y termina siguiéndola sin decir una sola palabra.
Y así, de repente, me quedo completamente sola con él.
Trago en seco.
Tengo la extraña sensación de que el freezer está molesto, aunque su rostro sigue tan impenetrable como siempre. Lo que me pone nerviosa no es su silencio