Carlos
“El edificio Montalbán, centro empresarial que alberga, entre otras, las oficinas del Estudio Jurídico Guzmán & Co, fue sacudido hace escasas horas por una serie de detonaciones que remecieron los cimientos. El cuerpo de bomberos continúa las labores de rescate y recuperación de cuerpos”.
“Algunos testigos sobrevivientes indican que entre los afectados directos se encuentra el aclamado doctor Antonio Guzmán, quien fue visto dirigiéndose al área de la tragedia minutos antes del estallido”.
“Oí una explosión”, decía un sobreviviente ante cámaras. “Creí que había un terremoto. ¡Todo el edificio se meció! Las luces se apagaron”.
“¡Fue horrible! Una explosión tras otra”, contaba entre llantos otra mujer. “Los gritos y la desesperación… Pensé que no volvería a ver a mis hijos”.
En realidad, no me importaban sus testimonios; los pobres eran un mero daño colateral. Mientras la fotografía de ese bastardo siguiera en la TV, junto al cintillo de “desaparecido”, el alivio era más que sufici