202.

Ángel tomó al muchacho de la muñeca y no se lo pensó dos veces antes de atravesar la ventana que había en la oficina. No sabía dónde podía llegar a conducir; era evidente que no conducía al exterior, o si no el velo la cubriría. Pero al menos saldrían de la oficina, y eso era lo único que importaba.

Sirius no dijo nada, obedeció ciegamente la orden del mayor y ambos saltaron por el agujero de la ventana. Ángel sintió con fuerza el vacío en el estómago mientras caía, y supo que no sobrevivirían. Así que se transformó en el aire mientras aún tenía oportunidad, y entonces, cuando estaba a punto de caer al suelo, tomó al muchacho con la fuerza de sus manos y lo aprisionó contra su pecho. Cayó con fuerza, golpeando algo en el fondo, como una masa espesa de melaza. Su lobo había amortiguado bien el impacto, pero sin duda alguna se había roto un par de huesos.

Trató de respirar. Solo necesitaba unos cuantos segundos para que su cuerpo comenzara a sanar a sí mismo. De todas formas, se puso de
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP