200.
Ángel presionó con fuerza en la mente del muchacho. Sintió un poco de lástima por él, pero sabía que, en el fondo, no le haría ningún daño. Aquello le hizo sentir una extraña sensación en el estómago. Se preguntó entonces hasta dónde estaría dispuesto a llegar por conseguir sus objetivos. ¿Acaso eso no lo hacía igual o peor que Muerte? ¿El fin realmente justificaba los medios?
No tenía idea de eso, pero no quiso que lo atormentara la moralidad en aquel momento. Entonces, simplemente siguió presionando con fuerza.
—Pronuncia su nombre —le dijo a Sirius—. Que piense en él.
Entonces el muchacho lo hizo. Comenzó a mencionar una y otra vez el nombre del humano, el secretario de defensa, y Ángel pudo ver unas cuantas imágenes que se sobreponían una sobre otra.
De haber sido un lobo, ya hubiera podido encontrar la información que estaba buscando. Pero, aparte de que era nada más que un muchacho, tenía demasiado miedo, ya que el miedo le doblaba un poco los pensamientos. Entonces fue difícil