“Subestimada”
ALGUNOS DÍAS ATRÁS...
MANCHESTER, INGLATERRA.
ALEX
Mis zapatos resuenan contra el centellante piso de mármol pulido.
Distinto a Londres, Manchester destila modernidad y eso me gusta. Eso me hace sentir más cerca de Mónaco que de la antigüedad.
Freno en el pasillo del tercer piso del centro comercial y giro, viendo el anuncio a mis espaldas.
Prada.
Abro mi bolsa y saco mis nuevos lentes de sol; lentes que son una monada. No los necesitaba pero... En vistas de lo que estoy segura pasará en cuestión de días, agitar mis cuentas bancarias sacudirá el avispero en la oficina de la agencia.
Miro mis compras, sonriendo con orgullo.
El mundo se vendrá a pique y contrario a lo que todos piensan, lo veré arder desde lo alto, felizmente sentada en mi trono real.
—¿Hola? —atiendo al tercer tono de la llamada que suena en el bolsillo de mi chaqueta verde agua.
—¿Cuándo regresas?
No hay saludo, ni cariño, ni simpatía de hermanos.
Sin dudas es un jodido.
—Mañana.
—Ella habló con él, y